Cómo evitar que la ‘gotita’ tras servir el vino no acabe en el mantel
Qué rabia da que el mantel se manche con esa gotita de vino que asoma de la botella. Por más cuidado que uno tenga, siempre acaba cayendo alguna. Te contamos por qué gotea el vino y te damos soluciones eficaces a esta maldición. Y cómo un científico ha llegado a una idea revolucionaria: crear una botella de vino que no gotea.
Los tres mejores productos para evitar el goteo
1. Discos para la botella
El producto no puede ser más sencillo, eficiente y barato. Son unos discos muy finos, de aluminio, que se enrollan y se introducen en el cuello de la botella. Después de su utilización se lava y hasta el próximo uso.
2. Cristal
Es una solución muy similar a la anterior pero estéticamente más bonita: el artilugio es de cristal.
3. Anillos de metal
Son un clásico de las soluciones antigoteo. Se trata de un anillo de metal que se coloca alrededor del cuello de la botella. Y listo.
Si tienes buen pulso prueba a hacer lo que realizan los sumilleres con tino. Un giro rápido y certero a la botella, cuando se ha terminado de servir la copa. No es fácil y requiere práctica. Pero hay que reconocer que queda estupendamente.
Crean una botella de vino que no gotea
Los científicos han logrado crear una botella de vino que evita lo que más tememos: que el mantel acabe con las manchas que tanto cuesta quitar. Y la solución es muy sencilla. Tan solo modificando ligeramente el cuello del cristal. Se trata de hacer una pequeña incisión de 3 milímetros de ancho por 1 de profundidad. El invento ha sido diseñado por la Brandeis University. Su creador es el Dr. Daniel Perlman, un aficionado al vino que no ha parado de darle vueltas hasta encontrar la solución a un problema tan cotidiano.
No ha sido fácil. Estudiar por qué gotean las botellas al servir el líquido y llegar a la mencionada solución le ha llevado tres años. «En el mercado existen multitud de accesorios para contener el goteo. Pero quería inventar algo que no requiriera un coste adicional para el consumidor». Como primer paso analizó vídeos de vinos siendo vertidos en copas, a cámara de lenta. Lo primero que observó es que el goteo es más intenso cuando la botella está más llena. Después reparó en el gesto que hace el líquido al verterse: hace un movimiento hacia atrás del cuello de la botella de vino. Y posteriormente cae a lo largo del cristal, ya que este es hidrofílico. ¿Qué significa esta palabra? Que atrae el líquido. Por eso el vino hace ese movimiento hacia atrás, hacia el cristal de la botella.
El doctor Perlman pudo llegar así a la idea de hacer una pequeña incisión en el cuello de la botella. La razón es que traspasar esta pequeña barrera no es fácil: requiere que la gota tenga suficiente fuerza para cruzar el ‘foso’. De esta forma la bendita gota cae en la copa y no en el mantel. La botella de vino que seguimos utilizando fueron creadas hace más de 200 años y no han cambiado mucho desde entonces.